Cambiar el suelo de la cocina sin quitar los muebles puede ser un desafío, pero es posible con un poco de planificación y cuidado.
Recuerda siempre trabajar con cuidado y precaución alrededor de los muebles para evitar daños durante el proceso de cambio de suelo.
Estos son los pasos a seguir:
- Planificación: Toma medidas precisas de la cocina y del nuevo suelo que deseas instalar. También considera cualquier obstáculo, como puertas y electrodomésticos, que puedan afectar la instalación del nuevo suelo.
- Preparación del espacio: Retira todos los objetos sueltos de la cocina, como sillas, mesas, alfombras o muebles móviles, muévelos fuera del área de trabajo tanto como sea posible.
- Desmontaje parcial de los muebles: En algunos casos, puede ser necesario desmontar parcialmente ciertos muebles para facilitar la instalación del nuevo suelo.
- Instalación del nuevo suelo: Utiliza materiales flexibles. Al elegir el nuevo tipo de suelo, considera materiales flexibles como vinilo o laminado, que son más fáciles de cortar y manipular alrededor de los muebles sin romperlos.
- Terminación: Una vez que hayas instalado el nuevo suelo, vuelve a montar cualquier mueble que hayas desmontado parcialmente. Asegúrate de nivelar adecuadamente los muebles para que se ajusten al nuevo suelo. Limpia cualquier residuo o escombro y retira la protección que colocaste sobre los muebles.
- Toques finales: Después de reinstalar los muebles, considera agregar zócalos nuevos o ajustar los existentes para cubrir las transiciones entre el suelo y las paredes. Esto proporcionará un acabado limpio y profesional a tu proyecto de cambio de suelo.
- Contrata a profesionales: Si no te sientes cómodo realizando el cambio de suelo tú mismo, considera contratar a profesionales. Ellos tienen experiencia en trabajar alrededor de los muebles de manera segura y eficiente, minimizando cualquier riesgo de daño o inconveniente.