Cómo colocar alfombra en el dormitorio
Aprende a colocar una alfombra en tu dormitorio de manera fácil y efectiva para crear un espacio más cálido y acogedor. ¡Sigue estos sencillos pasos y transforma tu habitación!
Poner una alfombra en el dormitorio no solo es una cuestión de estilo, también es una forma de hacer que tu espacio sea más cálido, cómodo y acogedor. Además, pisar algo suave al levantarte por la mañana es una de esas pequeñas alegrías que todos merecemos. ¿No sabes cómo colocarla? No te preocupes, aquí te doy algunos consejos sencillos para que la alfombra quede perfecta.
1. Elige el tamaño correcto (ni muy pequeña, ni gigante)
Lo primero que debes tener en cuenta es el tamaño de la alfombra. Un error común es elegir una alfombra demasiado pequeña o, por el contrario, una que cubre todo el suelo (que ya no sería alfombra, sería moqueta). Lo ideal es que sea lo suficientemente grande como para quedar debajo de la cama y sobresalir unos 50 a 60 cm por los lados. De esta manera, te aseguras de que al levantarte, tus pies siempre encuentren esa sensación suave y agradable.
2. ¿Alfombra completa o solo en los laterales?
Aquí tienes dos opciones principales:
- Opción 1: Colocar una alfombra grande que abarque toda la cama y sobresalga por los lados.
- Opción 2: Optar por dos alfombrillas más pequeñas a cada lado de la cama, ideal si tienes un dormitorio pequeño o si prefieres algo más práctico y económico.
Ambas opciones son válidas, pero todo dependerá del espacio y el estilo que estés buscando.
3. Colocación estratégica: ¡Cuidado con los muebles!
Si decides poner una alfombra grande bajo la cama, asegúrate de que no quede torcida. ¡Nada peor que una alfombra asimétrica! Colócala de manera que las patas delanteras de la cama estén sobre la alfombra, pero no los muebles auxiliares como mesitas de noche o cómodas. De lo contrario, se verá amontonada y perderás esa sensación de amplitud.
4. El estilo también cuenta
El color y el diseño de la alfombra son importantes para mantener la armonía en tu dormitorio.
En resumen, colocar una alfombra en el dormitorio es más sencillo de lo que parece: elige el tamaño adecuado, colócala bien alineada y asegúrate de que combine con el estilo de tu habitación. Con estos pasos, tu dormitorio será ese lugar acogedor del que nunca querrás salir. ¡Tus pies te lo agradecerán cada mañana!